Entrevista-conversación de Laura Esteve con Jokin Díez Fortuny y Miren Eraso
Estudio Laura Esteve Arte-lanak, 23 de enero de 2004

Miren. Tu relación con la pintura viene de lejos, pero tu vida profesional ha estado marcada por el diseño gráfico; ¿cuándo empezaste a trabajar en diseño?

Laura. De hecho me formé en una agencia; entré como ilustradora y empecé a descubrir el diseño gráfico en su sentido más amplio, ya no sólo como dibujo. Descubrí la tipografía, todo esto me fue enganchando, y luego... he aprendido mucho en los viajes. En Londres conocí el Design Center: vi que el mundo del diseño era un mundo increíble y, a raíz de esto, me suscribí a revistas, Grafiks, Gebrauctigraphik, Cree..., ya las conocéis. Estas revistas me iban proporcionando información y criterio. Luego, con otros dos amigos montamos una agencia, Estudio TC. Una agencia en la que se hacían trabajos publicitarios y bastantes trabajos de carácter cultural y social, campañas para Aspace, Atzegi, etc.

Jokin. Me acuerdo de haber entrado allí, y nada más entrar, alguien me bombardeaba con una frase y me decía: ¿qué te sugiere esta frase?.

Laura. Era divertido. Después decidí la independencia total para poder hacer diseño puro, no condicionado por campañas. A partir de ese momento es cuando desarrollé más el aspecto artístico. Me he implicado en historias de todo tipo, qué sé yo, desde la época de la Asociación de vecinos de Gros, en urbanismo. Por ejemplo, lo de la casa Tomas Gros, ahí tuvimos una movida muy potente. Hacíamos reuniones en la agencia, para trabajar el tema y hacer artículos, claro, al final, nos quitaba tiempo del trabajo. Lo paramos un mes, y de un día para otro vimos la piqueta, me llamaron de Radio Popular para hacerme una entrevista delante de la casa mientras la estaban tirando fue increible!... aquello fue potente, sí.

Jokin. También estuvo la colaboración con el Festival de Cine. Ella hacía las maquetas, porque, después de muchas luchas, conseguimos intervenir en la revista del festival, con un encarte mucho más bonito que la revista; la hoja la maquetaba ella todos los días.

En cierta manera, dentro del oficio de los diseñadores eres una navegante solitaria.

Laura.
Sí, es cierto. Cuando empecé aquí, en los años 70, no había ninguna mujer en ese terreno. Es que era, en fin, única. [Risas]. Luego fíjate tú, bueno, en estos momentos los diseñadores salen como hongos, es tremendo; yo recibo todas las semanas un curriculum de estudiantes de Bellas Artes o de diseño, que quieren hacer prácticas. Luego está el tema del ordenador, yo empecé haciendo bocetos a mano y ahora el ordenador te facilita y agiliza enormemente el trabajo. De todas formas la gente recurre excesivamente a los programas prefabricados, con lo cual se repiten las líneas de trabajo, que son todas parecidísimas.

Jokin. Se banaliza mucho, porque esos programas de ordenadores están hechos a partir de un lenguaje específico.
Miren. Pero también es verdad que cualquiera puede usarlos. En ese aspecto, el diseño gráfico se ha democratizado. Hoy cualquiera te hace una portada para su CD.

Miren. Pero también es verdad que cualquiera puede usarlos. En ese aspecto, el diseño gráfico se ha democratizado. Hoy cualquiera te hace una portada para su CD.

Laura. Sí, claro, eso es otra historia... la rapidez que te da el ordenador es impresionante. Yo en eso he aprendido mucho, es como si acelerase tu creatividad, cambias sobre la marcha, la tipografía la mueves, cambias errores, imágenes, te sirve para cambiar de idea sobre la marcha. Es fantástico.

Miren. Es más ágil, te puedes plantear cinco portadas de un libro a la vez, cuando antes hacías una y luego...

Jokin. Y luego, está el factor personal, porque en esa idea cada persona tiene un tejido de relaciones.

Miren. Sí, en diseño tienes que ser como una esponja. Me parece que muchos diseñadores absorben mucho de lo que es la vida en la ciudad. La información entra por los ojos, y por otros sentidos, pero sobre todo por los ojos, y ahí el diseñador va ampliando su archivo.

Jokin. Pero en diseño gráfico: ¿tú crees que está evolucionando, o simplemente está ampliando sus formas, una multiplicación de formas, o tiene un sentido último de búsqueda?.

Laura. Ha evolucionado muchísimo, y la búsqueda tiene que ser una constante.

Jokin. ¿En qué sentido?.

Laura. Por la facilidad que te da, precisamente, el ordenador, te amplía muchísimo la visión, por la cantidad de posibilidades que te ofrece. No sé, y luego el espacio urbano, como dices tú, efectivamente influye por el impacto visual que estás recibiendo constantemente, yo siempre voy con el ojo como un objetivo, no sé cómo explicarlo, me quedo con imágenes muy sintéticas de cosas: de un escaparate, de una esquina, un ángulo, una luz, tac, tac, estoy viendo motivos o instalaciones, carteles, saco ideas de eso, voy encuadrando escenas, tengo preparado el objetivo inconscientemente, todo el tiempo.

Jokin. La verdad es que el diseño se ha sido integrando en el lenguaje de masas, en todo, en las televisiones, las revistas, los periódicos. Igual es uno de los aspectos positivos que tiene la parte comercial del diseño, que sirve de vehículo para ascender a otro tipo de…

Laura. En la pintura también se ha adoptado mucho del diseño gráfico, por ejemplo, en el pop art, ahí sí que se ha notado y anteriormente en el cubismo, que tenía un carácter muy gráfico en su expresión.

Miren.
Diseño y arte se retroalimentan.

Laura.
Efectivamente.
Yo no lo he vivido como una dicotomía, me entusiasmé con el diseño gráfico, aunque, igual, no haya sido muy comercial. Mis cosas, sobre todo cuando trabajaba en la agencia... Yo notaba cierta resistencia a algunos trabajos míos, por eso al final me decidí por la independencia. Y me metí en bastantes historias, en Euskadi Sioux (ésta fue fantástica), en portadas para la editorial Hordago, portadas y maquetaciones para la revista Ere, para la Kutxa, también portadas, calendarios, libros, etc..

Miren. Ésta es una actitud bastante contemporánea. De los artistas de hoy, formados en su mayoría en las Facultades de Bellas Artes, muchos terminan en el campo del diseño porque es un espacio en el que pueden ganar dinero, pero la diferencia, yendo un poco de nuevo a lo creativo, está en comparar lo que pueden hacer un publicista y un artista. ¿Cómo se acercan a comunicar un hecho o una idea? Aquí es donde tú te sitúas como artista, como creativa, como más libre ¿no?. Y quizás por eso, en algún momento, no funciones tanto, porque tu finalidad no es efectista, no es sólo comercial, sino que queda en un espacio un poco más híbrido.

Laura. Sí. Un poco más ambiguo.

Miren. Sí, y esa ambigüedad, me parece bastante contemporánea. Algunas escuelas de Bellas Artes están adoptando, que no todas, sus curriculum a esta visión integral del proceso y la producción creativas.

Jokin. Hablando de la pintura, ahora en la conversación, veo que hay más puentes de los que yo pensaba entre tu pintura, tu dibujo, y tu diseño. Lo que te preguntaría es: ¿qué buscas de específico cuando pintas?, ¿qué es lo que te lleva a pintar?, ¿cómo vives esa diferencia entre diseño gráfico y dibujo? Cuando haces esos retratos en un bar, por ejemplo, en una servilleta, coges el bolígrafo, lo planteas, y se te ve en los gestos, ese arranque, ese nervio y ese riesgo.

Laura. Eso es el puro ejercicio del dibujo, que me encanta, el croquis… otra cosa es la pintura, es el lienzo, el lienzo en blanco que es lo de siempre: esa cosa del abismo, que no lo puedes predeterminar, ni plantear, que va surgiendo; una cosa te pide otra. A veces te quedas en una esquina, no sabes cómo seguir, y al día siguiente, de repente, descubres un punto, no sé, es que no hay ideas previas, es un caos, vamos, es como eso, ordenar el caos.
Jokin. Tus últimos cuadros tienen menos referencias, más luz, espacios de sueño, ¿no?.

Laura. He ido cambiando. Antes tuve una época bastante oscura, negra, las tintas... es que claro, he utilizado distintas técnicas: empecé con guache, con aguadas, óleo, luego, como el diseño me ha absorbido tanto, esporádicamente he pintado, aunque nunca he dejado de dibujar. Pero ahora es cuando realmente estoy metida en la pintura a fondo, ya mucho más en serio, y estoy descubriéndome. Pero no, no tienes ideas previas, surgen motivos, a veces aparece la figuración; ahora estoy más en la abstracción, que ya lo había tocado antes.

Jokin. Pero tu intención no son figuras, son como elementos... todos esos elementos griegos y arqueológicos…

Laura. Bueno, esa cosa que tengo yo con Grecia; el Mediterráneo me atrae. Con este busto, empecé un día a hacer un trazado, así en broma, incluso tengo un cuadro planteado, pero no sé lo que va a pasar con él, porque está rarísimo, es que está en la onda que estoy ahora, bueno, lo mío puede ser lo onírico, mi tipo de pintura, tiene ese aire… juego con geometrías, hay una constante de formas que aparecen y se repiten, cada vez estoy entrando más en eso de las texturas, las calidades, las veladuras.

Miren. Son calidades que vienen del diseño.

Laura. Sí, claro, nunca lo he disociado, como has dicho antes se retroalimentan. Cuando diseñaba tenía presente la pintura y ahora que pinto, de alguna forma, surge la actitud, digamos, de diseñadora.

Jokin.
Bueno, no sé si vistos tus cuadros, y si no supiéramos que eres diseñadora gráfica, podríamos deducir que eres diseñadora.

Miren. Pero viendo el diseño, sí. Hay algunos trabajos que son muy pictóricos, sobre todo algunas portadas y carteles, en los que la manera de utilizar el color y la composición son muy pictóricos.

Laura. Si, sí se percibe, seguramente sea así. Sólo que yo soy consciente hasta cierto punto.

Jokin. Bueno, hay una cosa en tu vida que es poco conocida, eras muy deportista.

Miren. [risas] esto off de record…

Jokin. Escalabas, eras esquiadora…

Laura. Mi proximidad con la naturaleza ha sido una necesidad vital y estética. Por eso empecé a ir al monte, y el monte me llevó a escalar, a esquiar...

Miren. O sea, has sido una pionera, ¡de verdad!… porque ¿una escaladora en tu época?, aquí había montañeras, ¿pero escaladoras?.

Laura. Sí, es verdad.

Jokin. Se iba a los Pirineos y todo.

Laura. Hice el Naranjo; fue una experiencia emocionante, no es tan difícil como parece [risas] ... hay otros en los Pirineos con más dificultad.

Jokin. Seguro que si fueras al Himalaya, a la vuelta dirías lo mismo.

Todos. [Risas]

Laura. Eso ha sido mi amor por la naturaleza, que es muy fuerte. Quizá también me haya quitado tiempo... En épocas, iba todos los fines de semana, en vez de pintar me iba al monte. De alguna forma esto me alimentaba... Y ahora, en cambio, busco todos los momentos, dedico los fines de semana a pintar.

Miren.
Como decíamos, eres una mujer que ha sido pionera en varios campos. También están tus colaboraciones para las campañas electorales de Plazandreok, plataforma electoral municipal compuesta íntegramente por mujeres.

Laura.
Es verdad, he sido pionera en algunas cosas.

Miren. ¿Qué relación tuviste con Plazandreok?

Laura. Me dijeron si quería entrar en la campaña, sin más. Sólo hice los carteles, los hice durante dos años, creo, sí, sabiendo que no tenía mucho futuro, pero bueno, daba igual, había que estar.

Miren. ¿Idealista?.

Laura. Sí, sí, bastante.

Jokin. También está el tema de las clases, siempre te he oído decir que tú siempre enseñas con aspectos aparentemente académicos, la forma de dibujar que tú propones es la tradicional, ¿y aprender a mirar? ¿Puedes decir cuando dices aprender a mirar qué quieres decir?.

Laura. Eso es cuestión de sensibilidad, y de enfoque... no sé como expresarlo, me resulta complicado. Hay aspectos que no tienen una definición concreta.

Jokin. Porque hay muchas maneras de mirar.

Laura. Les hago ver, percibir, sensibilizarse, es que no lo sé contar, pero cuando me dicen: “oye, ¿sabes que desde que nos dijiste aquello en clase todo me sale más fácil ?” o…, “¿sabes que me estoy fijando en cosas que en la vida se me hubieran ocurrido? y cada vez me fijo más”, y eso te hace pensar que estás transmitiendo algo. Es aprender a fijarse en la belleza que hay en cualquier cosa para quedarte con un ángulo determinado, o sea, tener una mirada selectiva; eso se va haciendo, se va educando, se adquiere un criterio.
Pero por supuesto que lo que tienen que aprender primero es a encajar, apreciar los volúmenes, proporciones. Esto es básico, para aprender a desdibujar primero tienes que aprender a dibujar.

Jokin. Claro, todos los movimientos del arte contemporáneo han tratado de romper con el academicismo, en todos los sentidos, y desarrollar otra forma de observar.

Laura. Sí, pero no tiene por qué ser academicismo aprender a distinguir los volúmenes y las proporciones; eso es la armonía.

Jokin. Pero es el único sistema, o el más eficaz.

Laura. Bueno, ¿el único?… Pero para aprender a dibujar, desde luego. Para que un cuadro se sostenga, aunque sea abstracto, tiene que tener un sentido constructivo. Tienes que tener sentido de las proporciones. Notas cuando un abstracto no se sostiene por algo, y no es porque no esté bien dibujado, es otra cosa, es así.

Miren. Tus palabras encierran ese saber mirar, ese acercase a una obra, pero esto no es automático, el camino del aprendizaje es largo.

Laura. Aprender a mirar, digo yo, pero bueno, hay que trabajarlo.

Miren. Sí, detenerse. Me estaba acordando de la transformación que hiciste de la fachada de tu estudio en el tarjetón de la inauguración del local. Que también tiene que ver con el urbanismo porque reconviertes esta zona, cercana al mar Cantábrico, en un ambiente tropical. Esas palmeras torcidas por el viento... A mí, es algo que me gustó mucho, porque denota ese saber captar el espacio que estás ocupando, en el que estás viviendo.

Laura. Sí, yo valoro mucho la arquitectura, quiero decir que me interesa mucho, siempre me ha interesado, entonces, en ese caso, igual fue una clave.

Miren. Como comentabas, convertías a Gros en la Habana.

Laura. Exacto, porque percibí un cierto carácter, y lo acentué con las palmeritas y cargando el color, exagerando.

Miren. Es una mirada tan diferente a esta ciudad, por otro lado, tan afrancesada...

Laura. Son pequeños guiños. Es un poco lo que he hecho con muchos de mis trabajos, son guiños a ciertas cuestiones que, quizás, otras personas no han captado, pero que están ahí. Muy bien captado por tu parte.

Todos. [Risas]

Miren. Siguiendo con tus diseños, ¿con cuál de tus proyectos de diseño gráfico te has quedado más satisfecha?.

Laura. Uno de mis primeros carteles y premio “El Salón de la Elegancia”, otro con el cartel de Made in Spanish, éste es de los mejores.

Miren.
Ése es el del Festival, ¿no?.

Laura. También te diría más, no sé... hay otra portada de libro que me gusta mucho, ya os lo comenté, “El arte sale a la calle”, o la portada que hice para el libro de Paloma Miranda, éste me gusta bastante. Es la última portada de libro que he hecho. Y por supuesto, como diseño, maquetación y como trabajo muy elaborado junto a Javier Viar, fue el catálogo de Ruiz Balerdi.

Miren. ¿Cómo ha condicionado el encargo del cliente en tu trabajo?.

Laura. Por ejemplo, en el caso de las portadas, no suele haber condicionamientos, o por lo menos pemite mayor libertad. Pero, bueno, creo que he tenido suerte con los clientes porque me han llegado más trabajos de carácter cultural y de temas sociales que de tipo comercial, incluso un cliente que tengo de hace casi 25 años del sector industrial está abierto a propuestas creativas. Le contaba a Jokin: para hacer una portada de esta fábrica de marcaje industrial, iba a aquel taller enorme observando todo lo que había por allí, todo lo que podía sugerirme algo relacionado con el tema, decidiendo, este elemento…, lo apartaba, y al final cogía esa pieza, la pintaba, la transformaba y la convertía en diseño.

Miren. Sin embargo, años más tarde trabajaste para dinamizar el comercio en el barrio de Gros, que siempre ha sido un barrio comercial, incluso con sus pequeñas industrias, aunque en los últimos años éstas se hayan ido marchando. Hubo un intento por tu parte de revitalizar y reutilizar espacio comerciales, que quedaban abandonados temporalmente.

Laura. Es una idea que propuse a la Asociación de comerciantes y encajó. Fue una historia tipo happening, y llamó la atención, incluso a la Universidad, porque era atípico que una Asociación de comerciantes propusiera, por ejemplo, un concurso de imágenes de fotografía de arquitectura en el que intervino un Jurado de lujo, con Miguel Garay, José Manuel y dos fotógrafos muy buenos, Michel y Josean Martín.
Intentaba meter ese aspecto más culto, entre comillas, dentro de las necesidades que la junta tenía, como las de todas las asociaciones de comerciantes: venta de boletos, etc., y funcionó muy bien, se apuntaron muchísimos. Cuando empecé eran 70, pero llegaron a ser 300 socios.
Estuve contenta con esa historia.